ADOLESCENCIA Y ALIMENTACIÓN

Adolescencia y alimentación

Hoy en día la sociedad mexicana es predominantemente urbana y esto le imprime a la vida de las personas ciertas características, como un ritmo muy acelerado en todas sus actividades y la convivencia con grandes cantidades de contaminación ambiental, además del consumo de alimentos poco nutritivos y en muchas ocasiones contaminados, a la larga todas estas condiciones merman la calidad de vida y la salud de las personas, por ello es muy importante saber cuáles son las alternativas que tenemos para cuidar nuestra salud.

Nos centraremos en el tema de la alimentación. En primer lugar, hay que tener presente que tomamos de los alimentos la energía necesaria para realizar nuestras actividades, por ello la calidad de los alimentos que consumimos es tan importante, además del valor simbólico y emocional que depositamos en ellos.

Si reflexionamos sobre la calidad de nuestra alimentación, encontramos que consumimos muchos alimentos que se anuncian en radio y televisión como productos nutritivos y saludables, especialmente en lo que toca a leche, crema, quesos, embutidos como jamón y salchichas, pan entre otros, pero el consumo diario de estos productos en realidad no es sano, por el contrario puede traer consecuencias importantes para la salud. Además, en este análisis es muy probable que encontremos que casi nunca comemos cereales integrales, nueces, frutas y verduras, alimentos con alto contenido de fibra, vitaminas y minerales esenciales para mantener un equilibrio en nuestra salud.

¿Sabías que una persona no puede vivir más de 3 meses sin consumir frutas y verduras pues moriría por la falta de vitaminas y minerales?

¿Sabías que los cerdos y los pollos son alimentados con hormonas para acelerar su crecimiento y que finalmente son las personas quienes las consumen?

 

Recomendaciones para una dieta balanceada

Cómelos diariamente	Cómelos poco	Evita comerlos
En desayuno, comida y cena	Una vez a la semana	No más de una vez al mes
Verduras y fruta Cereales sin grasa	Pulpa de res o cerdo, atún o sardina en aceite, hígado, ostiones o mejillones	Frutillas y pastelillos. Hamburguesas, pizza, hot dog Galletas y pan dulce Alimentos empanizados o capeados Carnitas y barbacoa Queso Manchego, doble crema, Oaxaca y Chihuahua Manteca, tocino, crema, mayonesa, mantequilla, margarina y nata Nunca piel de pollo o pavo
1 ración al día
Queso panela, requesón o queso cottage	2 a 3 veces por semana
1 a 2  veces al día	Huevo completo, las claras pueden ser con mayor frecuencia
Leguminosas
2 vasos al día	6 piezas 2 a 3 veces por semana
Leche descremada o yogurt descremado	Nueces, cacahuates, almendras, avellanas y pistaches
3 o 4 cucharadas al día para cocinar
Aceite de oliva, canola, maíz, cártamo	1 a 2 cucharaditas 2 a 3 veces por semana
2 a 3 raciones al día	Azúcar, miel o piloncillo (eliminarlos en caso de sobrepeso u obesidad)
Carnes con bajo contenido en grasa

*Guías para el cuidado de la mujer. Instituto Mexicano del Seguro Social. Seguridad y Solidaridad Social.